La Parroquia en Imágenes

11 de diciembre de 2010

TIEMPO DE ADVIENTO

¿Pero que es el Adviento? Sigan con atención la siguiente historia: Un niño que recorría un centro de compras entró en una tienda y pidió: "¿Tiene un Adviento?" La respuesta que recibió fue: "¡No! No tengo un Adviento”, el Adviento no se compra en tiendas. ¿Por que preguntas eso? , A lo que el niño respondió: "mi mamá dijo que, sin Adviento no hay Navidad”. La pregunta del niño estaba de acuerdo con lo que pensaba de la Navidad, Adviento debería ser compras, negocios, corridas, pues todo eso era la Navidad.

E aquí estamos en Adviento, y pronto es Navidad. Pero ¿qué significa en la tuya, la mía, en nuestra vida? Amigos lectores! Adviento siempre sucede durante los cuatro domingos antes de Navidad y es un tiempo de preparación, reflexión, a la espera de celebrar el nacimiento del Salvador, pero también para prepararse para el gran día cuando Él volverá a juzgar al mundo. El Adviento es un tiempo para preparar el corazón para que el niño Jesús pueda nacer y habitar en el.

Adviento es tiempo de cantar, alabar, compartir la alegría del gran amor de Dios por nosotros, que no eximió a su propio Hijo, sino por amor a nosotros, lo envió a la tierra para ser nuestro Salvador. El Adviento es un tiempo de arrepentimiento y perdón.


Jesús dio su vida por nosotros y su deseo es vernos felices por vivir esta alegría, este amor, esa paz que sólo él y en el podemos encontrar. El Adviento es un tiempo de vigilia, porque este mismo Jesús que nació en la Navidad, va a volver a buscarnos, y Él quiere encontrarnos a todos firmes e inquebrantables en la fe

Queridos amigos! En Adviento, el tiempo de tanto ajetreo, tantos gastos, tantos arreglos, no permitamos que estas cosas terrenales y temporales encubran el verdadero motivo, el verdadero gozo, el verdadero significado de la Navidad. Preparemos todo, adornemos todo, especialmente nuestros corazones para celebrar y poner en el centro de la fiesta al de cumpleaños, a Jesús. Sin él, nuestra casa se llena de cosas frívolas, pero vacía de significado real y valor.


Que la luz de Cristo, el amor de Dios, brillen e inunden nuestros corazones y vidas, y nos den un tiempo de preparación lleno de paz, armonía, vida y una celebración de la Navidad repleta de gran y verdadera alegría por la venida de Jesús nuestro Salvador.







Rev. Kopereck Egon

Presidente de la Iglesia Evangélica Luterana de Brasil

Traducido y adaptado por D.O.

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