Segundo Domingo de Cuaresma

En este segundo domingo de Cuaresma, llamado Reminiscere, asociado a los recuerdos, los saludamos con la bendita Paz de nuestro Señor Jesucristo

Los recuerdos son la columna vertebral de nuestra psiquis, ya que en ellos podemos encontrar el apoyo para vivir el cada día y enfrentar el futuro. Recordamos el idioma y las palabras que hablamos; recordamos como manejar una cuchara, quienes son nuestros seres queridos; y así nos vamos orientando en el caminar de la vida.

En la Cuaresma vamos a ver dos tipos de recuerdos; en primer lugar, los recuerdos de Dios hacia nosotros. El Señor recuerda cada día su piedad y amor hacia nosotros, establecidos en ese pacto eterno de enviar a Jesucristo para redimirnos, Este Cristo que nos rescato y nos perdono aun entregando su propia vida. El Señor recuerda cada día la capacidad de su poder para proteger a sus hijos de las adversidades y el mal con que tienen que vivir en esta vida terrenal, poniéndose sobre ellos para ampararlos. El Señor recuerda su capacidad para consolarnos en la tristeza, ya que él mismo la ha sufrido;  se acerca y con su amor nos restaura en nuestras heridas.

Y tenemos el segundo tipo de recuerdos, los de nosotros  hacia Dios. Recordamos nuestra debilidad y la omnipotencia divina, de la cual dependemos y nos refugiamos en cada momento; reconociéndonos dependientes de la presencia divina. Recordamos todo lo que el Señor ha realizado en nuestras vidas; desde la verdad misma de nuestra existencia, afirmando que siempre estuvo bendiciéndonos y por su obra somos lo que somos. Nosotros recordamos que es necesario realizar el esfuerzo por buscar su rostro, ya que el pecado y nuestra carne, la permanente debilidad, nos procuran poner otros objetivos en el camino; estableciendo una lucha permanente y total contra el pecado. Nosotros recordamos que el Señor se merece recibir nuestra sincera alabanza cada día, por su obra en nosotros, en otros y en el universo.

Que en tu vida puedas siempre compaginar estos recuerdos, no te olvides que si esos recuerdos se esfuman, también tu vida espiritual puede esfumarse, y terminar lejos de tu Salvador.

Feliz semana y bendecida Cuaresma

Pastor Carlos Brinkmann