La Parroquia en Imágenes

26 de julio de 2012

Mensaje del presidente de la IELA- Julio del 2012




Villa Adelina, Buenos Aires, 10 de julio de 2012.

Queridos hermanos:
                         Pareciera que todo está hecho para que en estos tiempos sólo sobrevivan los más fuertes, los más aptos, los mejor preparados. El que no es exitoso es expulsado por el  cruel sistema que no tiene piedad de nadie.
                                       Por eso es tan bueno recordar y subrayar  que en el reino de la gracia de Dios las reglas son totalmente diferentes. En él hay lugar para todos. No solamente para los exitosos, o  para los mejores. En el reino de la gracia hay lugar para los débiles, para los pobres, para los olvidados, para los excluidos,  para los que no son nada. Porque aquí la cosa es por gracia. Nó por méritos. Aquí gobierna el amor, y no los resultados matemáticos.
                                   Necesitamos cuidar que  en la iglesia no se impongan los criterios de la tecnocracia productiva, que intentando aplicar métodos y sistemas  empresariales, proyecta resultados  cuantitativos, que de lograrse, glorifican al gerente, y de no lograrse, lo descalifican, lo frustran,   y/o excluyen de la empresa, con los traumas consecuente.
                                       El ministerio de Jesús, según los criterios de la tecnocracia eclesiástica, no habría resistido la menor evaluación, y habría sido un fracaso rotundo.
Por eso hermanos, necesitamos conservar ante todo la dinámica del funcionamiento del reino de Dios. Jesús nos llamó a servir con fidelidad. No a ser exitosos ni a hacer carrera. Nos llamó a trabajar, pero no bajo la presión de la ansiedad y de la angustia de no alcanzar ciertos  objetivos. Nos llamó a sembrar con esperanza, pero sin calcular de antemano los resultados que, al fin de cuentas,  no dependen de nosotros. La "empresarialización" de las iglesias y la dinámica del reino de Dios frecuentemente entran en conflicto.
                                       Me gusta mucho la descripción, (que no es explicación sino misterio) de este asunto que hace el Señor, por ejemplo en Marcos  4, del 26 al 29.              Meditar esta perícopa resulta  muy estimulante y liberador.
                                       A echar abundante semilla en la tierra entonces. Sabemos hacerlo.
                                       Un abrazo y hasta pronto:

 Pastor Carlos Nagel
Presidente de la IELA

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